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Relato de un viaje (2º B)

                                 MI VIAJE A LONDRES
El año pasado fui a Londres con mi familia y unos amigos en semana santa .
Salimos del aeropuerto de Heathrow.
Lo primero que hicimos al llegar fue sacar los billetes del metro, para ir al hotel, donde pasamos el resto del día.
A la mañana siguiente, visitamos el museo de historia natural. Creía que iba a ser muy aburrido, pero resultó bastante interesante; vimos exposiciones relacionados con Darwing y la evolución. También vimos exposiciones sobre todo tipo de animales antiguos y su evolución y desarrollo a lo largo de los años.
Por la tarde fuimos a Madamme Tussauds. Opino que fue una de las visitas más interesantes y divertidas de todo el viaje. En el museo había esculturas de cera de muchos personajes famosos, tanto artistas y deportistas como gente de la realeza británica, las cuales eran muy realistas. El museo era bastante amplio, y cada estilo de personajes tenía su propia sala personalizada.
El tercer día lo pasamos recorriendo a ciudad. Lo primero que visitamos fue la torre de Londres, una fortaleza muy famosa, utilizada como residencia de personajes de la realeza británica, Aparte , visitamos también las habitaciones, vimos las réplicas de las joyas y coronas, y una exposición de las armas y armaduras utilizadas n esa época, y los famosos “Beefeaters”.
Luego pasamos por el “Tower bridge”.
Volvimos al hotel dando un paseo, muy cerca del río Támesis, y vimos la catedral de San Pablo, pero no nos paramos a visitarla.
Al día siguiente, por la mañana, dimos un paseo por cerca a la abadía de Wedsnister, pero no pudimos verla detenidamente, ya que en ese momento estaba cerrada, también paseamos por junto al (PD:aquí me corregiste algo, pero no entiendo lo que pone) famoso Big Ben y junto al Parlamento .
Por la tarde, nos subimos al London Eye. Tuvimos mucha suerte, ya que el día estaba despejado, y pudimos disfrutar de las vistas. Enfrente al London Eye, se encontraba el acuario de Londres, asique aprovechamos para visitarlo también. Fue muy divertido, y recuerdo que en el acuario, había multitud de animales acuáticos. Lo que más me gustó de la visita al acuario fue que había una piscina en la entrada , en la que había unas mantas en que salían un poco a la superficie y se podían tocar.
El quinto día lo pasamos en Oxford. Salimos en tren desde Victoria Station.
Dimos un paseo largo por la ciudad, y visitamos “Christ Church”, una famosa universidad, Recorrimos las distintas salas, el jardín principal y el comedor, en el que nos contaron que se inspiró la escritora de Harry Potter para su libro.
Al acabar la visita, continuamos el largo paseo por la ciudad y las tiendas.
A la mañana siguiente fuimos en metro a Piccadili Circus y Traffalgar Square, y visitamos la ciudad.
También fuimos al Backinham Palace, Allí vimos el cambio de la guardia real.
Comimos en “St James´ park”.
(Recuerdo que de comer, me compre un helado, y al volver a la estación de metro, me choqué con una chica joven, y, por accidente, le derrame el helado en la chaqueta)
Al llegar la tarde fuimos en metro Nothing Hill, donde pasamos el resto del día, visitando la ciudad.
El último día fuimos por la mañana al Museo Británico. La visita fue breve, pero bastante entretenida.
Antes de la hora de comer, regresamos al hotel, hicimos las maletas y volvimos a Orense.
En mi opinión, fue un viaje interesante y entretenido, aunque agotador, ya que visitamos muchos lugares, y pasábamos el día andando.
L.
VACACIONES  EN  TENERIFE 
 A las seis de la mañana del quince de agosto de dos mil ocho sonó el despertador. Era la primera vez que montaba en avión, estaba un poco nervioso y muy contento.
Mis padres y yo nos preparamos y a las seis y media salimos para el aeropuerto de Santiago.
Cuando llegamos lo primero que hicimos fue facturar y después nos fuimos a desayunar.
Ya era la hora teníamos que embarcar, por fin iba a ver un avión por dentro. Me senté al lado de la ventanilla, me hacía ilusión ver las nubes de cerca. Me gustó el despegue porque parecía que una fuerza te aplastase contra el asiento.
El vuelo duró unas dos horas y media, pero se me hizo eterno. Por fin aterrizamos en el aeropuerto de Tenerife. Un autobús nos llevó hasta el hotel, estábamos en la zona de la Orotava.
Lo primero que hicimos fue subir al hotel y al encender los móviles mis padres se dieron cuenta de que tenían muchas llamadas perdidas.
Devolvieron algunas llamadas y se enteraron que un avión con destino a Tenerife y que viajaba a la misma hora que el nuestro había sufrido un accidente.
Decidimos salir a comer y dar una vuelta por los alrededores. A la tare fuimos a una playa de arena negra, el agua estaba templada y había bastante oleaje.
A la noche, después de cenar, dimos una vuelta por el paseo marítimo y más tarde nos retiramos a dormir, estábamos cansados del largo viaje.
El segundo día nos levantamos decididos a alquilar un coche para recorrer la isla, pero nuestra sorpresa fue al enterarnos de que se les había olvidado a mis padres el carné de conducir en casa. Tuvimos que ir a la central de tráfico que se encuentra en Santa Cruz. Como está un poco lejos cogimos  guagua (autobús). Una vez arreglado los papeles ya podíamos alquilar un coche. Esa misma tarde alquilamos el coche y planificamos la excursión del día siguiente, íbamos al Teide.
Me levanté ilusionado, me acerqué al balcón de la habitación, y se veía a lo lejos el Teide.
Salimos temprano y tras media hora de camino llegamos a las cañadas del Teide, que es un parque de lava. Contemplamos el majestuoso volcán .Estábamos comiendo cuando me di cuenta de que había muchos lagartos negros con lunares amarillos, típicos en la isla, llamados tizones.
Pasados tres días fuimos al loro parque, que como su nombre indica tiene mucha variedad de loros, aunque también tiene otros mucho animales. Me gustaron los espectáculos, sobre todo el de los loros que hablaban y cuando nos dimos cuenta ya habíamos pasado prácticamente el día en el parque.
Al siguiente día hicimos un recorrido por las zonas más visitadas, como una playa de arena blanca, la cual provenía del desierto del Sahara, también visitamos el pueblo de Masca, que para llegar a él hay que bajar por una carretera con mucha pendiente y llena de curvas.
El último día fuimos al barranco del infierno, que es un desfiladero de unos tres kilómetros que termina en una cascada, en las zonas sombrías y húmedas había una especie de ranas muy pequeñas, su tamaño era como el de una uña y las encontramos gracias a una guía de la zona.
De camino paramos en el karting club Tenerife, en el que mi padre y yo echamos unas carreras.
Llegó el día el regreso, madrugamos bastante, porque el avión salía muy temprano, y como consecuencia me quedé dormido en el avión, cuando me desperté ya estábamos llegando, y horas más tarde ya estaba en mi casa.
x-Al-x
VACACIONES
 El trece de agosto del dos mil diez a las nueve y media me fui de vacaciones  con mi hermano mi madre y mi padre a Burela, una zona costera situada al norte de Lugo. Llegamos allí sobre las doce y media o una debido a las numerosas paradas que hicimos por el camino.
Antes de ponernos a comer fuimos a dar una vuelta por el puerto, que por cierto era de gran extensión y con numerosos barcos, también vimos cómo una de ellos atracaba.
Más tarde sobre las dos  y media nos pusimos a comer en un restaurante cerca del hotel donde nos alojamos, la comida estaba muy rica.
Después de comer fuimos a descansar al hotel, y cuando llegaron las cuatro en punto nos fuimos a la playa de la Marosa donde nos bañamos durante un buen rato y donde también había unas olas bastante grandes. Cuando llegaron las ocho nos fuimos a dar un paseo y sobre las diez fuimos a cenar fuera, después regresamos al hotel y nos dormimos.
Al día siguiente  por la mañana  después de desayunar me fui otra vez a la playa pero esta vez a la de las Catedrales una playa muy grande con numerosas cuevas donde se puede meter uno siempre que la marea esté baja, esta vez no nos pudimos bañar mucho ya que las olas aquí eran grandes y además había mucha resaca, aun así me gustó mucho.
A la tarde después de comer y de ducharnos nos fuimos ir otra vez a la playa de la Marosa donde nos bañamos un poco más que ayer. Al acabar fuimos a cenar otra vez fuera y después de dar un paseo nos volvimos al hotel, vimos un poco la tele y nos pusimos a dormir.
El tercer día fue uno de los mejores ya que estuvimos paseando por casi toda Burela vimos el hospital de esta zona donde trabajó mi madre, también estuvimos cerca de un minipuerto donde había muchas lanchas a motor y parecían ser bastante caras. En este puerto había un montón de peces y de mejillones pero estaban protegidos.
Cuando llegaron las dos fuimos a comer y dos horas después nos fuimos a la playa, como siempre a la de la Marosa. El tiempo hoy estaba un poco más nublado que ayer pero se podía bañar igual, esta vez nos fuimos antes porque cada vez se nublaba más pero igualmente lo pasé genial.
El cuarto y último día en Burela no fuimos a la playa sino que fuimos a un monte muy alto donde había una especie de capilla pequeñita y unos bancos con mesas de piedra para poder comer, también había una zona para hacer ejercicio que era muy divertida. Aquí nos hicimos fotos durante un buen rato, poco tiempo después  fuimos por un camino donde había unos balancines muy divertidos.
Después de ver todo esto nos paramos a comer cerca del hotel y al acabar nos volvimos para Ourense, pero antes de llegar nos paramos en Lugo  capital donde tomamos algo y donde también subimos a las murallas que por cierto me sorprendieron por su longitud.
Al anochecerse un poco ya nos fuimos de aquí y nos volvimos a casa, este viaje fue el mejor que tuve en toda mi vida.
lrastrero
Ecuador: Un viaje inolvidable
Hacía bastante tiempo que llevábamos planeando un viaje a Ecuador y… por fin llegó el día! Habíamos cogido un vuelo directo a Quito, que es la capital de Ecuador. Llegamos nerviosos al aeropuerto de Madrid, deseando que llegara la hora de salir pero… la hora llegaba y no dábamos salido. Por fin, nos avisan que el avión se ha averiado y que saldríamos con algo de retraso y…. ¡pasaron 5 horas!... cuando embarcamos estábamos todos agotados por la espera, nos sentamos y, al fin, despegamos.
En el avión iba pensando en Ecuador, que es la tierra en la que nací y si habría cambiado algo, aunque yo no me acordaba de mucho así que tampoco podría darme cuenta; pero esta vez regresaría con unos bonitos recuerdos, no es que los otros no fueran bonitos, pero, es que estaban muy borrosos y casi no me acordaba de nada, pero, esta vez sí, y se iban a quedar en mi cabeza para siempre!
También iba hablando mucho porque no quería dormir por si pasaba algo…. Así que iba molestando a mi hermana hasta que se durmió… me levanté algunas veces para moverme, porque como dije, yo no podía dormir porque estaba muy, muy nerviosa… Nos dieron de comer una comida que no me gustó nada, no sabía a nada, espero no volver a comer en un avión…
Llegamos a Ecuador muy tarde, y aun por encima no estábamos en Quito, si no que tuvimos que hacer escala en Guayaquil, eso sí vimos unos peces muy bonitos. No vimos mucho de Guayaquil, sólo los peces, porque era tarde e íbamos a embarcar de nuevo rumbo a Quito, cuando por fin llegamos a Quito cogimos un taxi (que allí son amarillos) y nos fuimos al hotel. El hotel era bonito y tenía ordenador!!! Pero… estaba estropeado.
A la mañana siguiente dimos un paseo por Quito aunque no vimos gran cosa, y no recuerdo el por qué pero acabé cansada. A la noche cenamos en el hotel y vimos la estatua de la Virgen del Panecillo, que es una figura de una Virgen muy grande que está en lo alto de una colina y de noche se veía muy bonita, después de cenar nos fuimos a la cama. Estábamos todos bastantes cansados, sobre todo mis padres y algo mi hermana. Después me enteré que eso se llama mal de altura y es un cansancio que te entra porque la sangre se oxigena menos al estar a mucho metros de altura (eso sí, yo no lo tuve, fueron mis padres y mi hermana)
Al día siguiente fuimos a Lago Agrio porque íbamos a ir a la selva… estábamos todos emocionados. Dormimos en un hotel. Al día siguiente vino un autobús a recogernos y fuimos hasta el lugar donde íbamos a coger las canoas que nos llevarían a las cabañas donde nos íbamos a alojar. Estuvimos en las canoas 2 horas y vimos muchos animales, sobre todo monos y pájaros que nunca habíamos visto. La vegetación era muy frondosa y miráramos hacia donde miráramos todo nos gustaba.
Llegamos a las cabañas y, después de instalarnos fuimos a la laguna a bañarnos y muy pocos se atrevieron, porque nos habían dicho que había caimanes y pirañas. De camino pasamos por el bosque inundado que son árboles que nacen dentro del agua y sirven de nido para algunos pájaros. Allí vimos una preciosa puesta de sol.
A la mañana siguiente, muy temprano, salimos de excursión por la selva. Llevábamos botas altas de goma para evitar las picaduras y posibles mordeduras de algún animal. Hacía muchísimo calor. Los árboles eran altísimos, cada uno tenía una característica diferente, como por ejemplo un árbol parásito, que se aprovecha de otro árbol para crecer y le llamaban “el abrazo del oso”; un árbol enorme que al golpearlo sonaba hueco y se oía a mucha distancia, la guía nos contó que los indígenas lo usaban para que los localizaran cuando se perdía; otro que el tronco cambiaba de color y muchos más. También nos enseñaron plantas que se utilizan para cocinar, para construir las cabañas… Nos dijeron que probáramos unas hormigas que sabían, en teoría, a limón, muy poca gente se atrevió sólo unas niñas canadienses, su padre, mi madre, mi hermana y yo y sí… sí que sabían a limón y bien ricas que estaban.
El tercer día fuimos a conocer un poblado indígena de la etnia siona-secoya; allí nos enseñaron a hacer pan de yuca, primero arrancábamos la yuca, que es parecida a la remolacha, después la rallábamos hasta que quedaba como harina, y se le quitaba el agua apretándola entre unas hojas. Con la masa que quedaba se cocinaba y se untaba con lo que se quisiera; miel, atún, etc. se parecía a una pizza. Había un mono muy divertido que se acercaba a todos, también nos enseñaron a disparar con la cerbatana, pero, como era tan larga y pesada era muy difícil.
Por la tarde Fuimos a visitar al chamán, él es el curandero de los indios Cofán y Siona-secoya que viven en la Reserva del Cuyabeno, en la selva amazónica del Ecuador.
D. Alberto es un anciano con aspecto de bueno y ojos vivarachos que nos recibe vestido con la vestimenta típica del chamán; la túnica azul que utilizan los hombres cofán de su etnia, adornada con multitud de pulseras y collares, entre los collares tiene uno muy grande hecho con dientes de jabalí y que perteneció a su abuelo. En la cabeza lleva un sombrero de plumas de vistosos colores procedentes de la multitud de pájaros que habitan en la selva. Lleva, además, una pluma que le atraviesa la nariz y la cara pintada con unas rayas de color rojo.
D. Alberto nos explicó que comenzó a prepararse con el anterior chamán cuando tenía 9 años y que le llevó 30 aprender los usos de las plantas medicinales. Ahora están con él tres jóvenes aprendices, aunque todos los veranos desde hace años también acude a aprender de sus conocimientos un joven francés y otro canadiense.
Nos explicó que muchos extranjeros intentaban conseguir las plantas sagradas de los chamanes que son la ayahuasca o yagé y otra que se llama guando, porque son drogas muy potentes pero que si se utilizan sin conocimiento y sin respeto son muy peligrosas por eso a nadie le dice como se usan. El, por ejemplo, en toda su vida solo la utilizó una vez.
Nos explicó las propiedades de algunas plantas como por ejemplo la sangre de drago que es la resina de un árbol y que tiene propiedades cicatrizantes; también nos hizo una demostración de sus métodos para curar que eran un poco extraños pero dice que funcionan.
Regresamos agotados y al día siguiente se había que levantar tempranísimo para poder ver los delfines rosados que viven en el rio. Mi hermana y yo ya no fuimos capaces de levantarnos pero mis padres sí que fueron pero sólo pudieron ver el lomo porque esos delfines no son como los del mar y no saltan.
Por la tarde regresamos hacia Lago Agrio y al día siguiente estuvimos con una amiga que tenemos allí que nos llevó a visitar muchos sitios, un parque muy bonito en el que había muchas mariposas, también vimos el primer pozo petrolífero que se construyó y que ahora no funciona y después fuimos a un sitio que se llama Puente San Miguel que es la frontera con Colombia. Allí nos pasó una cosa muy curiosa, resulta que no llevábamos documentación y los guardias, que daban algo de miedo porque llevaban muchas armas nos dijeron:
-Sin documentación no se puede pasar. ¿Cómo se les ocurre no traerla?
Nuestra amiga le dijo:
-Disculpe, es que no teníamos pensado llegar hasta aquí y como les estaba enseñando esto a mis amigos españoles decidimos pasar a Colombia para tomar un café.
El guardia nos miró muy serio y dijo:
-Bueno, pasen, pero a las 18.00 en punto tienen que estar aquí.
Y así lo hicimos, pero a mí no me gustó mucho, me daba algo de miedo, porque los guardias tenían armas muy grandes y además a mi padre no le dejaron que grabara nada con la cámara.
Al día siguiente, como empezaba el fin de semana y nuestra amiga no iba a estar pensamos en visitar una comunidad indígena pero en el hotel nos dijeron que había que pedir permiso porque no les gustaba mucho que la gente fuera a sus poblados sin avisar, pero ellos no sabían dónde hacerlo; así que, mientras mi hermana y yo nos quedábamos en la piscina mis padres fueron a un sitio que se llama “Frente de defensa de la Amazonía” y tuvieron la suerte de que conocían al jefe del la comunidad de los indios cofanes de Dureno, que se llama D. Hermenegildo Criollo, quedamos con él y a la mañana siguiente vino a recogernos.
Sinceramente, nosotros nunca podríamos haber llegado solos aunque quisiéramos. Al llegar al pueblo de Dureno tuvimos que coger un desvío hasta llegar al río, allí había un chico que nos llevó en su canoa para pasar al otro lado del río, después tuvimos que andar por un camino pedregoso y pasar un pequeño rio, a pie y descalzos y, por fin, llegamos al poblado. Las casas eran de madera y todas estaban construidas encima de unas columnas de madera, parecía que estaba desierto. D. Hermenegildo nos enseñó la escuela, una zona donde se reunían para hablar y pasar el rato y poco a poco empezaron a asomarse unos niños, con algo de vergüenza al principio pero después venían detrás de nosotros. También vinieron unas mujeres y nos enseñaron collares y pulseras que ellas mismas hacían con semillas de plantas. Les compramos algunas. Estuvimos allí un buen rato y nos contaron muchas cosas tristes que les pasaran por culpa del petróleo. Hace por lo menos 30 años llegaron unos hombres americanos y destruyeron su selva para sacar petróleo y poner tuberías y después todo lo que sobraba lo enterraban en la tierra pero todo se filtraba y como ellos viven del rio y de los cultivos todo se contaminó y empezaron a tener enfermedades y a nacer niños muertos… Me dio mucha pena y ahora denunciaron a esos petroleros y llevan muchos años en juicios, pero primero tuvieron que aprender a hablar español, porque su idioma se llama A’inagae y no los entendían. Don Hermenegildo nos dijo:
- Por culpa del petróleo desaparecieron los animales por el ruido que hacían con sus máquinas, murieron los peces y nosotros quedamos sin animales en la selva y sin peces en el río. Antes teníamos de todo para vivir de acuerdo a nuestras costumbres y no teníamos enfermedades que nuestros chamanes no supieran curar.
A mí me daban ganas de llorar y mi padre le preguntó:
- ¿Qué enfermedades tienen ahora?
- La gente se muere de cáncer, le contestó, los niños nacen muertos. A mí me murieron dos hijos; uno nació muerto y el otro murió después de bañarse en el rio. Están acabando con nosotros pero estamos luchando para que la justicia les haga pagar lo que hicieron.
Regresamos con pena después de haber oído todas esas cosas. ¡Odio el petróleo y la codicia de la gente!
Nuestro viaje por Ecuador duró unos cuantos días más, visitamos Otavalo, que es un pueblo de la montaña y son artesanos, Cuenca, que es una ciudad muy bonita y muy tranquila con unos edificios preciosos. También fuimos a Ingapirca que son unas ruinas de un templo inca en donde se adoraba al sol y a “la mitad del mundo” que es por donde pasa la línea del ecuador y, por último, visitamos Guayaquil que es una ciudad grandísima y fuimos a la playa. Pero lo que más me gustó fue cuando visitamos la selva y Lago Agrio porque es el sitio donde nací.
Yenla

Viaje a Vilagarcía de Arousa
 Salimos de Orense a las 7 en punto del pabellón de los Remedios. Los de mi equipo y yo estábamos dispuestos a comenzar nuestro viaje a Vilagarcía de Arousa.
Ese día yo estaba bastante nervioso porque era la primera vez que estaría fuera de casa durante una semana.
Ya estábamos de camino hacia Vilagarcía cuando de repente se nos pinchó una rueda del autobús. El conductor se tuvo que bajar a cambiarla y nosotros con el. Al poco tiempo la rueda ya estaba arreglada y retomamos nuestro viaje.
A la hora y media ya estábamos en Vilagarcía. Allí el paisaje era muy diferente al nuestro. Era  casi todo costa, había muchas playas de arena blanca y también muchas casas al lado de las playas. Nosotros nos fuimos a dejar las cosas en nuestro hotel. El hotel era de 4 estrellas, parecía estar bien por dentro. Entramos en él y vimos un amplio recibidor con grandes sofás y una gran mesa de recepción. Mientras nosotros nos sentábamos en los sofás los entrenadores cogían las llaves de las habitaciones. Cuando ya las tenían, subimos en el ascensor hasta  las correspondientes plantas. A mí y a dos amigos llamados Carlos y Brayan nos tocó una habitación con el número 952 en la última planta del hotel.
Cuando abrimos la puerta nos encontramos una habitación con tres camas individuales, una tele de plasma y un baño. Colocamos la ropa y bajamos para el recibidor. Allí estaban ya todos, y el entrenador nos dijo que podíamos ir media hora para la sala de juegos. En la sala de juegos había de todo desde futbolines hasta billares, consolas, televisiones, sofás, etc. Allí estuvimos pasándolo en grande hasta que llegó el momento de irnos para el campo de fútbol. Cogimos el autobús y fuimos para allá, nos llevó sobre un cuarto de hora.
J.G.I.
MIS VACACIONES   DE  VERANO
En mis vacaciones de verano, mi familia, mi mejor amiga, M. y yo fuimos un mes a Cangas de Morrazo (un municipio gallego, situado en la parte suroccidente de la comarca de Morrazo, en la provincia de Pontevedra, en el noroeste de España).
Mis padres alquilaron una casa bastante grande y muy bonita, cerca de la playa de Rodeira, estuvimos un mes en Cangas.
Melanie y yo, pronto hicimos amigos allí. Nuestros amigos son skaters y bikers, estaban siempre en el half, entrenando y nosotras  íbamos todas las tardes a verlos.
Por la mañana Melanie y yo íbamos a la playa a tomar el sol, con mis padres y mi hermano pequeño. Por las tardes y por las noches estábamos con ellos en el half y a veces tomábamos el sol en la playa o jugamos al voleibol.
Mi hermano también hizo muchos amigos allí y se lo pasó muy bien.
J.
 LA WARNER
Fui a la Warner por el puente de noviembre. Fui con J. y me lo pasé muy bien porque nos divertimos mucho y J. conoció a todos mis amigos del club de piragüismo.
Salimos de la plaza del Couto a las 2:30 de la tarde, salimos el 29 de octubre y volvimos el martes día 1 de Noviembre. Paramos en Allariz a recoger al resto de gente. Salimos a las 3 de Allariz.
Nos pusimos en camino y debimos estar más o menos cinco o seis horas en el autobús pero ese tiempo nos lo  pasamos genial, paramos por el camino para comer, beber o comprar algo para el autobús.
Llegamos allí a las nueve o nueve y media dimos el DNI para que nos dieran las habitaciones y nos fuimos a ellas para asearnos e ir a cenar a mí me dieron la habitación doscientos cuatro con P. y Á. y a J. le dieron la doscientos veintidós con T. y C. pero no durmió nunca en su habitación, durmió en la mía, con ocho personas más, pero ella durmió con mi hermano dos días y el tercero durmió con D., un amigo nuestro, y yo un día dormí con P., otro día yo en una cama solita con la televisión encendida la puse y me quedé dormida enseguida y Á. durmió en su cama y J. en la habitación de los chicos y el tercer día dormí yo y P. con C. y J. con D., fue muy divertido pero lo mejor fue en la Warner.
El primer día en La Waner fue genial: cogimos los mapas y nos fuimos a las atracciones más fuertes sobre todo a la caída libre que medía 100 metros; nos lo pasamos genial y nos fuimos a comer a un restaurante de la Warner nos pusieron de comer espaguetis, pollo y de postre natillas y de beber coca cola.
El segundo día montamos en todas las fuertes otra vez y no fuimos a ver espectáculos y después nos fuimos a comer hamburguesa, yo comí  escalope con patatas y macarrones con tomate con yogurt y coca cola, y después nos fuimos al hotel, cenamos, anduvimos de una habitación a otra y después vinimos a Orense a las dos y media o tres, más o menos, pedimos unas pizzas, las comimos y nos fuimos a dormir toda la tarde porque estábamos muy cansados
 Rubia
 VIAJE A CORUÑA DEL CURSO DE PRIMERO
En el curso de primero de ESO (es decir, el año pasado) junto a los alumnos de segundo de ESO fuimos con los profesores: S., E. y E. Fue una excursión a A Coruña, en la que estaban previstas tres paradas, y al final hicimos otra que ya se dirá a su tiempo.
La primera parada era para entra en la Torre de Hércules pero, había que pagar para entrar entonces el señor que estaba vigilando (vigilante) nos dijo que podíamos subir y todos subimos, unas 70 personas, eran una vistas muy buenas. Bajamos abajo de la torre y el autobús nos estaba esperando abajo para llevarnos a la playa.
Al llegar a la iglesia de Santa Marta, en la que nadie quería ir pero como con nosotros iban los profesores de religión no pusimos ningún inconveniente, era una iglesia de estilo gótico, en la que hicimos una misa junto a alumnos de otros colegios.                   
Después nos recogió el autobús y nos llevó a la Torre de Hércules, en la que había que pagar 5 euros para entrar, nadie iba a hacerlo, entonces el señor que estaba vigilando (vigilante) nos dijo que podíamos subir y todos subimos, unas 70 personas, eran una vistas muy buenas. Bajamos abajo de la torre y el autobús nos estaba esperando abajo.
Y llegó el momento más esperado por todos, la playa, y entonces todos nos pusimos a comer sus bocadillos y a beber su bebida, pero, al acabar todos fuimos directos al agua (sin importar los “los cortes de digestión”) el agua estaba más bien de lo que nos esperábamos, aun así, a los pocos minutos fuimos a pedir un balón y a jugar al fútbol en la playa. Al acabar el partido, ni nos reconocíamos de lo lleno de arena que estábamos, fuimos al agua para limpiarnos y después nos secamos con la toalla. Ahí los profesores que nos acompañaban nos dieron la noticia que más nos ilusionó del viaje...MARINEDA CITY! Nos íbamos al centro comercial más grande de España y el tercero más grande de Europa. Yo personalmente, fui con los amigos que estuve en la playa, nos perdimos, y casi no damos salido. Compramos en varias tiendas y nos lo pasamos genial. El viaje de vuelta fue muy relajado ya que fuimos con nuestros regalos, y callados por lo cansado que estábamos, paramos en una gasolinera y a un amigo mío se le rompió el regalo de su madre y se disgustó algo, pero bueno, todos nos lo pasamos muy bien y con ganas de repetir este año, pero solo podemos ir los de religión porque vamos a iglesias y eso...y E. nos adelantó que este año vamos ir a Portugal, todos nos llevamos muy buenos recuerdos de este excursión y espero que este año sea mejor, pero a  lo mejor este año no podemos ir porque tenemos que pagar bus y la gasolina y todo y hay mucha crisis. Aunque por mi parte no hay problema.
Colchonero10